No hay ni un solo día que me acueste sin pensar en dar gracias por toda la gente que tengo a mi lado.
Adoro ver a mis dos peques juntos, ahora que el pequeño empieza a "interactuar" y verlos darse de palos y abrazarse.
He aprendido a callar: callar por no hacer daño o callar por no hacérmelo a mí misma.
Todos los días me prometo exprimir la vida a tope pero acabo sin disfrutar de muchos pequeños placeres del día a día.
Soy extremadamente competitiva, será cosa de la vejez también...
Me considero una persona con suerte, aunque no suelo conformarme.
Soy luchadora, muy luchadora :)
Buena forma de comenzar las vacaciones.